Corría el mes de
agosto de 2014, concretamente el domingo día 17 por la tarde. Volvía de
celebrar el enlace de Inma y Javi, mis amigos de Santander, una boda preciosa
con vistas al mar.
Todavía emocionada con
los momentos vividos pocas horas antes, recibía una gran noticia: Víctor le
había pedido matrimonio a María, una gran amiga con la que comparto muchas
confidencias y siempre está a mi lado en los buenos y malos momentos. Así que
ahora esas confidencias se iban a multiplicar porque quería que le ayudara con
sus preparativos. Solo podía sentirme afortunada, y ¡muy feliz por los novios!
Deseaba que fueran
unos meses inolvidables para ellos y alejados de ningún tipo de estrés. Para
conseguirlo, les facilité una carpeta con todo lo que necesitaban para no
olvidar ningún detalle importante y un calendario de preparativos. Una buena
organización y planificación en un evento como el que se celebrará en menos de
dos meses es imprescindible para que María y Víctor se dejen llevar por la
felicidad en su gran día.
Estoy segura que será
una boda llena de emociones y sorpresas, y que todo saldrá como se merecen.
Agradezco de corazón a
María por la confianza que ha depositado en mí, porque me ha hecho muy feliz
compartir con ella ideas, repasar la evolución de los preparativos en una
cafetería durante tres horas seguidas (y se hace corto) y acompañarla a elegir
su ramo de novia que lucirá como nadie.
Os deseo hoy y siempre
que se cumplan vuestros sueños y los compartamos en Mi Boda Y-deal.
…la próxima tarea, ¡a
por el baile de novios!
