No hay mejor adjetivo que “Wonderful” para calificar todo lo que
vivimos, sentimos y disfrutamos los familiares y amigos de Miguel y Sandra en
su enlace el pasado verano.
Y es que en estos días de sol y alegría, nos encanta recordar
bodas tan bonitas como la suya, y aprovechar para hacerles un pequeño detalle a
falta de un mes para su primer aniversario. ¡Y qué mejor que compartir con todos
vosotros su historia!
Ellos pertenecen a ese grupo de personas que encontraron el amor
siendo niños, y juntos fueron descubriendo lo que significaba crecer como
personas y como pareja.
La pedida de mano no podía ser en otro momento que en su 10º
Aniversario, organizado al detalle por el novio en el que su gente estaba más cerca que
nunca sin saber que después de ese día…¡nos iríamos de boda!
Los que vivimos bien cerquita y día a día esos meses previos
fueron intensos, con mucho esfuerzo para que todo estuviera a punto el 20 de
Agosto y con mucha ilusión por la llegada de una nueva etapa en la que seguir
caminando agarrados de la mano y en la misma dirección.
¡Y es que lo mismo tratábamos de protocolo en la iglesia que de
menaje del hogar!
Los novios tenían claro que se darían el “sí” en la Iglesia de
su querido pueblo, en Gallur. Y hasta allí nos desplazamos todos los que no queríamos
perdernos el principio de un gran día. Y menos mal que allí estábamos puntuales
porque tuvimos el placer de escuchar a la madre de la novia cantar con mucha emoción una jota, a
una amiga arrancarse con parte de una canción a capella y a un gran número de danzantes rodear a los novios para ofrecer su baile tradicional.
No queríamos perdernos la celebración en una conocida finca de
Zaragoza. Y allí encontramos a toda esa gente esperando la llegada de los novios
mientras disfrutaban de un rico aperitivo y localizaban su sitio en el salón a través de una bonita barca cargada de mucho valor sentimental para los novios y que
quisieron darle un lugar especial en este día.
Y qué decir…si en la iglesia ya vivimos la magia de celebrar
esta boda con energía, no se quedó atrás cada uno de los momentos del banquete,
abriendo el convite una coreografía de los novios a ritmo de David Bisbal que
hizo levantar a todo el mundo de su sitio.
Muchos detalles de los novios y sorpresas de los invitados
pondrían fin a este banquete para dar paso a un baile muy romántico y a una
gran discomóvil en la que no faltaron las rancheras, tan presentes siempre en
la vida de los novios.
Hay días que siempre quedaran guardados en nuestra memoria y
bodas como la vuestra que quedará grabada en nuestro corazón.
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