No resulta extraño que
desde el momento en el que se está comprometido tus ojos se dirijan a las manos
de tu familia, de tus amigos o de la dependienta que te cobra una barra de pan.
Todavía no las has
elegido o simplemente están guardadas en la cajita mullida esperando el gran
día, pero es inevitable que te suceda…y ¡mira que es bonita!
Especial, porque es
una joya con tanto significado que siempre estará contigo.
Y
por eso, qué importa si es de papel de seda, de un mercadillo medieval o de la
joyería en la que te detienes todos los días… ¡es la alianza que representa
amor eterno!
Será divertido
comprobar qué gustos más raros tiene tu chico, la indecisión de tu futura
mujer, y la sonrisa al encontrar los anillos que intercambiaréis en vuestra
ceremonia.
A veces, lo único que
diferencia a las alianzas es el tamaño; otras, el diseño. Sean cómo sean,
brillarán toda la vida en tu dedo
anular. (¿Izquierdo o derecho? Depende de la zona geográfica en la que se
reside). Si no lo tienes claro, la tradición griega relaciona el dedo anular
izquierdo con el lado del corazón.
No es obligatorio el
intercambio de alianzas, pero si os decidís a llevarlo a cabo, seguro que es
uno de los momentos más emocionantes de vuestro día y de los más expectantes
para todos los presentes.
¡Enhorabuena! ¡Ya
tenéis en vuestra vida dos joyitas!
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