Por las historias de
amor que nunca mueren…
Año 1944, Toril
(Teruel). Luis, de 20 años y Victoria, de 18, se conocen desde niños, pero será
en su pequeño pueblo de la Sierra de Albarracín donde bailando una noche comenzaría
su relación.
Durante su noviazgo,
Luis se marcharía a realizar el servicio militar a Ansó, Berdún y Sallent de
Gállego y por su parte, Victoria se trasladaría a Barcelona de sirvienta. Desde
los municipios oscenses, Luis escribía cartas a su amada sin recibir respuesta
pues ella no sabía escribir. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando Victoria
consiguió escribir algunas letras con ayuda de una amiga y junto a ellas, Luis
recibió también una foto (Año 1946).
Desde ese momento, él
alardeaba de su novia y enseñaba a todo el mundo la tan esperada fotografía.
Llegó el momento en
que Luis se licenció en el servicio militar y volvió a su pueblo natal. Así
también lo hizo Victoria regresando de Barcelona.
Su enlace estaría
próximo a celebrarse, pero como en todas las historias de amor, no todo es
perfecto.
Victoria vivía
entonces con su madre y el viudo de su hermana. Éste quería contraer matrimonio
con la que era su cuñada y llevó a enfrentamientos entre los dos pretendientes.
Luis le pidió a
Victoria que sólo se casaría con ella si su cuñado dejaba de vivir con ella
bajo el mismo techo. Y ella consiguió que se marchara a otro pueblo y así poder
casarse.
El día 20 de Mayo de
1948, tras cuatro años de noviazgo, llegó el gran día de mis abuelos.
Celebraron su enlace en la Ermita San Abdón y San Senén. Mi abuela vestía un
vestido oscuro y fino (muy tradicional en aquella época) y mi abuelo un traje de chaqueta azul y pantalón gris, que
trajo hecho a medida cuando hizo la mili en Huesca.
Intercambiaron anillos
y celebraron el convite con veinte personas en la casa de la madre de Victoria,
donde vivirían hasta que pudieron comprarse la suya propio dos o tres años
después.
Entre el año 1949 y
1959, tendrían cinco niñas y un único varón, muy deseado por Luis, quién moría
a los pocos meses de nacer en sus brazos camino del hospital.
Trabajaron y lucharon
duramente por su familia, dejando su pueblo para encontrar una vida mejor en
Zaragoza.
Durante varios años,
Luis se encargaría de cuidar a Victoria de su demencia, hasta el final de sus
días el 12 de Enero de 2015, a las 20h.
Casi 67 años juntos,
toda una vida.
“Adiós cariño, hasta siempre”
(Luis, 14 de
Enero de 2015)
Que bonita historia...gracias por compartirla, wapa.
ResponderEliminar"Adiós cariño, hasta siempre"...ayyyy madre mia...que majico es el abuelillo!!!