domingo, 13 de septiembre de 2015

La historia de amor de mis abuelos

Por las historias de amor que nunca mueren…

Año 1944, Toril (Teruel). Luis, de 20 años y Victoria, de 18, se conocen desde niños, pero será en su pequeño pueblo de la Sierra de Albarracín donde bailando una noche comenzaría su relación.

Durante su noviazgo, Luis se marcharía a realizar el servicio militar a Ansó, Berdún y Sallent de Gállego y por su parte, Victoria se trasladaría a Barcelona de sirvienta. Desde los municipios oscenses, Luis escribía cartas a su amada sin recibir respuesta pues ella no sabía escribir. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando Victoria consiguió escribir algunas letras con ayuda de una amiga y junto a ellas, Luis recibió también una foto (Año 1946).

Desde ese momento, él alardeaba de su novia y enseñaba a todo el mundo la tan esperada fotografía.

Llegó el momento en que Luis se licenció en el servicio militar y volvió a su pueblo natal. Así también lo hizo Victoria regresando de Barcelona.

Su enlace estaría próximo a celebrarse, pero como en todas las historias de amor, no todo es perfecto.

Victoria vivía entonces con su madre y el viudo de su hermana. Éste quería contraer matrimonio con la que era su cuñada y llevó a enfrentamientos entre los dos pretendientes.

Luis le pidió a Victoria que sólo se casaría con ella si su cuñado dejaba de vivir con ella bajo el mismo techo. Y ella consiguió que se marchara a otro pueblo y así poder casarse.

El día 20 de Mayo de 1948, tras cuatro años de noviazgo, llegó el gran día de mis abuelos. Celebraron su enlace en la Ermita San Abdón y San Senén. Mi abuela vestía un vestido oscuro y fino (muy tradicional en aquella época) y mi abuelo un traje de chaqueta azul y pantalón gris, que trajo hecho a medida cuando hizo la mili en Huesca.
 
 
Intercambiaron anillos y celebraron el convite con veinte personas en la casa de la madre de Victoria, donde vivirían hasta que pudieron comprarse la suya propio dos o tres años después.

Entre el año 1949 y 1959, tendrían cinco niñas y un único varón, muy deseado por Luis, quién moría a los pocos meses de nacer en sus brazos camino del hospital.

Trabajaron y lucharon duramente por su familia, dejando su pueblo para encontrar una vida mejor en Zaragoza.

Durante varios años, Luis se encargaría de cuidar a Victoria de su demencia, hasta el final de sus días el 12 de Enero de 2015, a las 20h.
 
Casi 67 años juntos, toda una vida.

Por el amor verdadero…¡como el de mis abuelos!
 “Adiós cariño, hasta siempre”

                             
                              (Luis, 14 de Enero de 2015)

1 comentario:

  1. Que bonita historia...gracias por compartirla, wapa.
    "Adiós cariño, hasta siempre"...ayyyy madre mia...que majico es el abuelillo!!!

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